La expansión de las instalaciones de Autoconsumo en Industria y Residencias particulares es un fenómeno imparable, se puede observar a simple vista, es una realidad el que cada vez hay más y más edificios que las muestran orgullosos en sus tejados.
Junto a ésto, importantes desarrollos normativos están dejando claro que estamos asistiendo a un periodo en el que el Autoconsumo Fotovoltaico ya ha dejado de ser algo propio de raritos y de millonarios pioneros para convertirse en una actividad incentivada desde distintos ámbitos, incluido el público.
El REAL DECRETO RD-244-19 y el Código Técnico de la Edificación CTE que prioriza las renovables en edificios de nueva obra, o el creciente número de subvenciones públicas a la inversión en energía fotovoltaica que están convocando las comunidades autónomas son sólo un par de ejemplos entre otros muchos.
Es interesante ver cómo se está creando una completa línea de investigación y competencia por integrar cada vez mejor las estructura de paneles solares en la arquitectura de los edificios.
Se trata de una cuestión que une a arquitectos, fabricantes de equipos y por supuesto propietarios y que redunda no solo en la efectividad de las instalaciones solares, sino también en la estética de los edificios e incluso en el valor de venta de los mismos -por si no lo sabías, ¡¡las placas Solares Incrementan y mucho el valor de tu inmueble!!
Tanto si se trata de integrar un pequeño kit solar fotovoltaico en una vivienda o un enorme sistema de placas solares en la cubierta de una nave industrial, el anclaje, su fijación es siempre el primer paso para conseguir una integración óptima.
Es importante aquí considerar que la integración de una instalación solar en un edificio no es para nada una mera cuestión estética. Cuestiones como la mejor orientación e inclinación de los módulos fotovoltaicos o la protección contra el viento o la acumulación de suciedad son siempre fundamentales a la hora de elegir un tipo u otro de fijación.
Dicho esto, veamos las Tres modalidades de fijación más habituales:
ESTRUCTURAS EN ÁNGULO (abajo) están entre las más habituales. Los triángulos con rieles de aluminio reforzado se atornillan a la cubierta del edificio y su diseño permite instalar las placas solares a la inclinación que se desee, sujetas a la estructura con grapas metálicas.
ESTRUCTURAS COPLANARES (abajo) el problema de que las placas solares estén demasiado visibles, prácticamente desaparece, si bien el uso de este tipo de estructura, cada vez más habitual, está limitado exclusivamente a cubiertas que ya cuenten con cierta inclinación.
La estructura coplanar dispone los paneles solares literalmente pegados a la cubierta, sin levantarse más que unos pocos centímetros y sin crear ningún ángulo, de manera que la integración es casi completa. Además de una estética más fluida, una de las ventajas interesantes de esta opción es que los paneles así dispuestos funcionan a modo de “segunda cubierta” del inmueble, con el beneficio de un mejor aislamiento y protección del tejado.
ESTRUCTURAS LASTRADAS (abajo) Perfectas para cubiertas de PVC, tela asfáltica, encachadas y con losetas, etc. Las estructuras lastradas no requieren de anclaje, dado que cuentan con una estructura muy voluminosa -el hormigón prefabricado es muy usado habitualmente- que fija los módulos a la superficie por simple peso.
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